Renovarse o morir. Si desde hace años los principales talleres formativos para jóvenes, tanto de entidades sin ánimo de lucro como las impulsadas desde el organismo Barcelona Activa, iban encaminadas especialmente hacia el sector de la construcción y el de los servicios, ahora, con la debacle de estos, toca adaptarse a profesiones de actividades emergentes. Por ello, la agencia del desarrollo local del ayuntamiento ha diversificado su oferta y ha incluido en su nueva programación, que se inauguró ayer de manera oficial, dos nuevas escuelas taller, una relacionada con el espectáculo y otra con el medioambiente. En total, durante los próximos dos años formará a 208 jóvenes en 20 perfiles laborales. De seguir los últimos resultados, más de la mitad de ellos tendrán un empleo al acabar.
Como Eduardo Stalin, de 21 años, que ayer explicó en el centro para jóvenes del Carmel Boca Nord, que acoge formación relacionada con el espectáculo, que gracias a un curso de Barcelona Activa ahora tiene un empleo fijo como lampista. "Cuando empecé no sabía ni lo que era un destornillador y me lo enseñaron todo. Pero tenéis que poner mucho de vuestra parte, ser siempre puntuales y pensar que esto no es una escuela. Desde el principio os lo tenéis que tomar como un trabajo", recomendó. Le escucharon y ovacionaron decenas de alumnos que acudieron a la inauguración de las escuelas taller para el curso 2008-2010, que, pese a la crisis, mantiene, aunque reducida, las dos propuestas relacionadas con la construcción.
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