Maribel Palomino, de 42 años, hace esfuerzos titánicos para llegar a fin de mes pero, ante la crisis, todo sacrificio se queda en poco. Esta vecina del Carmel decidió separarse de su marido el pasado mes de septiembre y ahora tiene que seguir adelante sola junto a sus tres hijos de 16, 13 y 5 años. "Estoy intentando rehacer mi vida, pero no me está resultando nada fácil", asegura esta madre de familia numerosa.
El panorama laboral es cada vez más pesimista y, por el momento, trabaja unas cuantas horas a la semana cuidando a ancianos. Su hija mayor también ha conseguido un pequeño empleo los fines de semana. Juntas consiguen reunir unos 700 euros mensuales, pero el alquiler del piso donde viven ya cuesta 500.
El padre de los menores no aporta la manutención pactada, ya que la crisis también ha afectado a su situación laboral y económica.Palomino recibe ayuda de sus padres y de familiares, pero también obtiene cheques de alimentación e higiene para sus hijos y se beneficia del servicio de refuerzo escolar, asistencia educativa y actividades de ocio que ofrece la Fundación Adsis del Carmel a niños y jóvenes de hasta 18 años.
Solo en Barcelona 23.949 niños en riesgo de exclusión social reciben ayuda de entidades sin ánimo de lucro como Adsis. "Nuestro día a día es duro, por eso valoro tanto este gran apoyo, sobre todo para los niños. Sé que aquí están bien atendidos cuando yo no estoy, reciben mucha ayuda educativa y pueden relacionarse con otras personas realizando actividades", explica.
miércoles, 11 de marzo de 2009
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