lunes, 23 de junio de 2008

Problemas en el local de CEJAC

El aumento de la insolidaridad ciudadana en Barcelona ha llegado también al barrio del Carmel, uno de los espacios donde ese valor en positivo se ha fomentado históricamente con más intensidad. Y está afectando, además, a una de las entidades sociales que más han trabajado en ello en esta zona de Horta-Guinardó durante los últimos 25 años, el CEJAC (siglas originales del Centro Juvenil de Adolescentes del Carmel), cuyo futuro pende de un hilo por la oposición de varios vecinos de su finca a una puerta de emergencia.La instalación de esa salida forma parte de las obligaciones que, por la normativa municipal, debe cumplir el centro, ubicado en la planta baja del número 85 de la calle de los Agudells, para poner al día su licencia de actividades.

La Generalitat les instó a ello hace tres años, junto a otras mejoras como instalar sensores y lavabos adaptados. El problema llegó con la salida de emergencia, que solo se puede abrir, por las características del local, en una pared que da a la portería del edificio.

Al tratarse de la modificación de un elemento común de la finca, se ha de contar con la aprobación de todos los miembros de la comunidad, pero un grupo minoritario, se negó. Sin embargo, y tras analizar los planos originales del edificio, los responsables de esta oenegé descubrieron que la puerta de emergencia ya estaba contemplada por el arquitecto. "No era un nuevo elemento, sino la reapertura de uno ya existente, lo que no hace necesaria la unanimidad de los vecinos", explica Merche Butrón, coordinadora del CEJAC.

Basándose en esa premisa, la asociación decidió emprender la reforma, para lo que contaron con el beneplácito del ayuntamiento, que le concedió la licencia de obras. "El grupo de vecinos que están en contra nos amenazaron, por lo que fue necesaria la presencia de la Guardia Urbana", recuerda Butrón. El resultado final es casi imperceptible desde el punto de vista estético, ya que la puerta no sobresale de la pared y está pintada del mismo color.

TRIBUNALES

Todo ello no apaciguó los ánimos del grupo opositor, que llevó a la entidad a los tribunales. El juzgado de primera instancia número 52 de Barcelona desestimó íntegramente la demanda en noviembre del 2006, pero los vecinos apelaron y la sección primera de la Audiencia Provincial falló a favor suyo el pasado 26 de mayo. El auto alega que existe una "clara contradicción" entre el proyecto inicial inscrito en el registro y el proyecto final de obra. Y que este último no contempla la apertura de la polémica salida."Sin esa puerta nos obligarán a cerrar, al perder la licencia de actividades", recuerda Butrón. El centro trabaja desde 1983 en pos de prevenir la exclusión social de los colectivos con más dificultades de inserción sociolaboral, a los que ofrece cursos y programas de formación. "El 40% de los vecinos del Carmel que ahora tienen entre 40 y 50 años han pasado alguna vez por aquí. Tenemos una media de entre 2.000 y 3.000 usuarios anuales", comenta Mercedes Luque, madre de Butrón y fundadora de la entidad junto a su marido.Ambas coinciden en que tras la oposición a la puerta, se esconde el rechazo a las actividades del centro y a sus usuarios. "No hacemos ruido ni causamos molestias, e incluso nos ofrecimos a pintar toda la escalera y a gestionar su limpieza como contraprestación, pero nada les hace cambiar de opinión", se lamentan. En el barrio del Carmel, cuna del barraquismo, de la inmigración de los años 50 y 60 y de los movimientos vecinales de la transición, ya casi nada es lo que era.

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